Perú ofrece un buen ejemplo de cómo un deudor en problemas puede darle un giro a su situación, en momentos en que Grecia y sus acreedores enfrentan la posibilidad de una dolorosa reestructuración de su deuda.
Después de años de gobiernos intervencionistas y populistas, incluyendo una dictadura militar de izquierda en la década de los 70 y el primer mandato del actual presidente Alan García en los 80, Perú eventualmente quebró. García peleó con los prestamistas multilaterales, trató de nacionalizar bancos, se negó a pagarles a los tenedores de bonos lo que se les adeudaba, aumentó la oferta monetaria hasta causar una hiperinflación y causó estragos a las reservas de divisas extranjeras de país.
La recuperación comenzó a principios de los 90, cuando el entonces presidente Alberto Fujimori, entre otras cosas, logró un pacto con el Fondo Monetario Internacional, como parte de un esfuerzo por poner bajo control la situación fiscal del país. El manejo sobrio de la gran resaca de deuda que tenía Perú continuó después que Fujimori huyera del país luego de una ola de escándalos de corrupción.
Los gobiernos posteriores trabajaron para crear un mercado local de bonos, tomando prestado en soles y reduciendo la dependencia de la deuda extranjera. El gobierno negoció el pago de la deuda al Club de París. Perú fue transparente en sus medidas respecto de la deuda y evitó tomar prestado más de lo que necesitaba. Pese a tener una serie de acuerdos de préstamo con el FMI, Perú nunca tocó ni un centavo de los fondos disponibles.
Nadie puede acusar a Perú de haber tenido una tarea sencilla, con su gigantesca economía informal y una cultura de evasión de impuestos. La pobreza es amplia y el atractivo de las políticas populistas, especialmente a través de incrementos en los sueldos del sector público, sigue siendo grande. En cambio, Perú tomó algunas decisiones difíciles, tales como reformar el plan de pensiones del gobierno para poner límites estrictos sobre quién podría obtener beneficios.
Al evitar tomar demasiado dinero prestado, la relación entre la deuda y el Producto Interno Bruto de Perú cayó pronunciadamente, a medida que los ingresos por impuestos crecieron a la par de un auge económico impulsado por los recursos. Eso ayudó a Perú a recibir una calificación de grado de inversión de las tres principales agencias calificadoras. Se habla de que su calificación pronto podría volver a mejorar. Mientras tanto, Standard & Poor's rebajó esta semana la calificación de deuda de Grecia a "chatarra" y bajó las calificaciones de Portugal y España.
Mientras tanto, en Perú, el Ministerio de Economía y Finanzas continúa llevando a cabo reformas estructurales, recientemente atacando los subsidios al combustible. Continúa recomprando y canjeando bonos globales en circulación para postergar su vencimiento a décadas en el futuro. El país está enfatizando la colocación de deuda denominada en soles a tasas fijas.
García ha regresado para su segundo mandato con diferentes políticas económicas y su ministra de Economía, Mercedes Araoz, ha descartado cualquier gasto antes de las elecciones presidenciales de 2011. La funcionaria dijo que no se dejarán bombas de tiempo a los gobiernos futuros. Mientras tanto, las reservas internacionales regularmente ascienden a nuevos máximos y el riesgo país de Perú ha caído muy por debajo del promedio latinoamericano.
El déficit fiscal del gobierno central, incluso tomando en cuenta un paquete de gastos dirigido a frenar las consecuencias del declive económico global, se ha mantenido bajo control y se encuentra en un manejable 1,6% del PIB este año. El ministerio de Araoz tiene la financiación lista para este año y no debería tener problemas para prefinanciar el presupuesto del próximo año. El PIB de Perú se podría expandir en cerca de 6% este año. En su más reciente consulta de rutina, el FMI indicó que "las perspectivas de Perú a mediano plazo siguen siendo brillantes".
Tomó dos décadas y mucho trabajo llegar a este punto. Los países derrochadores podrían seguir el ejemplo de disciplina de Perú.
Robert Kozak, el jefe de la corresponsalía de Lima de Dow Jones Newswires, ha cubierto las noticias políticas y de negocios de Perú por una década. Antes, Cubrió noticias generales y económicas en México y Canadá para Reuters en los 90.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario