29 de abril de 2010

Grecia debería seguir el ejemplo de Perú

Robert Kozak

Perú ofrece un buen ejemplo de cómo un deudor en problemas puede darle un giro a su situación, en momentos en que Grecia y sus acreedores enfrentan la posibilidad de una dolorosa reestructuración de su deuda.

Después de años de gobiernos intervencionistas y populistas, incluyendo una dictadura militar de izquierda en la década de los 70 y el primer mandato del actual presidente Alan García en los 80, Perú eventualmente quebró. García peleó con los prestamistas multilaterales, trató de nacionalizar bancos, se negó a pagarles a los tenedores de bonos lo que se les adeudaba, aumentó la oferta monetaria hasta causar una hiperinflación y causó estragos a las reservas de divisas extranjeras de país.

La recuperación comenzó a principios de los 90, cuando el entonces presidente Alberto Fujimori, entre otras cosas, logró un pacto con el Fondo Monetario Internacional, como parte de un esfuerzo por poner bajo control la situación fiscal del país. El manejo sobrio de la gran resaca de deuda que tenía Perú continuó después que Fujimori huyera del país luego de una ola de escándalos de corrupción.

Los gobiernos posteriores trabajaron para crear un mercado local de bonos, tomando prestado en soles y reduciendo la dependencia de la deuda extranjera. El gobierno negoció el pago de la deuda al Club de París. Perú fue transparente en sus medidas respecto de la deuda y evitó tomar prestado más de lo que necesitaba. Pese a tener una serie de acuerdos de préstamo con el FMI, Perú nunca tocó ni un centavo de los fondos disponibles.

Nadie puede acusar a Perú de haber tenido una tarea sencilla, con su gigantesca economía informal y una cultura de evasión de impuestos. La pobreza es amplia y el atractivo de las políticas populistas, especialmente a través de incrementos en los sueldos del sector público, sigue siendo grande. En cambio, Perú tomó algunas decisiones difíciles, tales como reformar el plan de pensiones del gobierno para poner límites estrictos sobre quién podría obtener beneficios.

Al evitar tomar demasiado dinero prestado, la relación entre la deuda y el Producto Interno Bruto de Perú cayó pronunciadamente, a medida que los ingresos por impuestos crecieron a la par de un auge económico impulsado por los recursos. Eso ayudó a Perú a recibir una calificación de grado de inversión de las tres principales agencias calificadoras. Se habla de que su calificación pronto podría volver a mejorar. Mientras tanto, Standard & Poor's rebajó esta semana la calificación de deuda de Grecia a "chatarra" y bajó las calificaciones de Portugal y España.

Mientras tanto, en Perú, el Ministerio de Economía y Finanzas continúa llevando a cabo reformas estructurales, recientemente atacando los subsidios al combustible. Continúa recomprando y canjeando bonos globales en circulación para postergar su vencimiento a décadas en el futuro. El país está enfatizando la colocación de deuda denominada en soles a tasas fijas.

García ha regresado para su segundo mandato con diferentes políticas económicas y su ministra de Economía, Mercedes Araoz, ha descartado cualquier gasto antes de las elecciones presidenciales de 2011. La funcionaria dijo que no se dejarán bombas de tiempo a los gobiernos futuros. Mientras tanto, las reservas internacionales regularmente ascienden a nuevos máximos y el riesgo país de Perú ha caído muy por debajo del promedio latinoamericano.

El déficit fiscal del gobierno central, incluso tomando en cuenta un paquete de gastos dirigido a frenar las consecuencias del declive económico global, se ha mantenido bajo control y se encuentra en un manejable 1,6% del PIB este año. El ministerio de Araoz tiene la financiación lista para este año y no debería tener problemas para prefinanciar el presupuesto del próximo año. El PIB de Perú se podría expandir en cerca de 6% este año. En su más reciente consulta de rutina, el FMI indicó que "las perspectivas de Perú a mediano plazo siguen siendo brillantes".

Tomó dos décadas y mucho trabajo llegar a este punto. Los países derrochadores podrían seguir el ejemplo de disciplina de Perú.

Robert Kozak, el jefe de la corresponsalía de Lima de Dow Jones Newswires, ha cubierto las noticias políticas y de negocios de Perú por una década. Antes, Cubrió noticias generales y económicas en México y Canadá para Reuters en los 90.

19 de abril de 2010

Pulpo mexicano

Denise Dresser

Lo primero que usted necesita saber sobre Televisa es que está en todas partes. La empresa de televisión más poderosa del país se asemeja a un enorme pulpo cuyos tentáculos envuelven la pantalla, los partidos, la elaboración de iniciativas legislativas, los deportes, las telenovelas, los juegos y sorteos y la construcción de candidaturas políticas. Así como en la revista Rolling Stone el periodista Matt Taibbi bautizó a la empresa Goldman Sachs -hoy bajo investigación por fraude- como un "giant vampire squid" por su tendencia a succionar y adueñarse de cualquier cosa que oliera a poder o a dinero, en México tenemos nuestro propio molusco. Omnipresente. Insaciable. Imparable. Un cefaloide chupador que se aprovecha de las flaquezas de un sistema político endeble, en el cual la codicia organizada suele derrotar a la democracia desorganizada.

Por ello no sorprende que en días recientes el senador Carlos Sotelo del PRD, junto con -¿quién más?- Manlio Fabio Beltrones del PRI, hayan intentando resucitar el espíritu de la Ley Televisa, así como algunas de sus propuestas más cuestionables. Hoy como ayer, de pronto apareció un dictamen que se distribuyó entre los senadores señalando a "Televisa S.A. de C.V." como el lugar desde donde surgió el documento. Hoy como en el 2006, Javier Tejado Dondé, el vicepresidente jurídico de la empresa, misteriosamente hizo acto de presencia en la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, con la idea de obtener legislación a modo como lo logró en el 2006. Hoy como ayer, se busca disfrazar el refrendo automático de concesiones -que la Suprema Corte declaró inconstitucional- con la pantalla de la "prórroga administrativa". Hoy, como hace cuatro años, hay legisladores dispuestos a agachar la cabeza lo suficiente como para argumentar que la iniciativa concebida en Avenida Chapultepec constituye "un avance", cuando en realidad es la resurrección de algo incorrecto. Algo indebido. Algo abusivo.

Es cada vez más obvio. El alcance y el poder sin precedentes del pulpo le permiten ingresar y manipular amplias zonas del mar en el que se mueve. Allí está la descripción académica acuciosa en el nuevo libro La "Ley Televisa" y la lucha por el poder en México editado por Javier Esteinou y Alma Rosa Alva de la Selva. La lista de lo que Televisa hace y el gobierno de México le permite. Evitar la competencia abierta con diversos actores en el sector de las telecomunicaciones; negar condiciones de igualdad para sus rivales; obstaculizar el surgimiento de nuevas cadenas; presionar y subordinar a los poderes constitucionales como lo son el Senado y la Cámara de Diputados; vetar el surgimiento de una nueva ley de medios democrática que se acerque a las mejores prácticas globales; usar las pantallas para desprestigiar a sus críticos, ignorar temas que no convienen a sus intereses y construir "telebancadas", precisamente para asegurar su protección. Por eso el United States Trade Representative -el Representante de la Oficina del Comercio Estadounidense- no tiene el menor reparo en afirmar: "(las televisoras) continúan ejerciendo su influencia sobre la legislación mexicana, la política y los cuerpos regulatorios".

De manera similar al pulpo infernal y vampiresco -Vampyroteuthis infernalis- al que se parecería, todo indica que la empresa simplemente no puede controlar su voracidad ni sus peores instintos. Por una parte, a través de Foro TV comienza a reconocer la pluralidad necesaria y la rehabilitación reputacional que necesita empujar. Pero por la otra, permite que su director de Comercialización Artística vaya por el mundo amenazando, chantanjeando, y diciendo frases tan incriminatorias como: "No te queda claro que quienes mandamos sobre la autoridad y hasta sobre el propio Presidente de la República somos nosotros?". Televisa, el pulpo fáctico cuyos límites el gobierno no logra fijar; cuyo tamaño ha crecido con la colusión de los legisladores; cuya influencia ha aumentado gracias al contubernio de los reguladores; cuyos tentáculos afectan todo lo que tocan, retrasando la competencia, alterando la equidad electoral, vetando la acción pública. Los pulpos vampiro suelen vivir en zonas del mar sin luz conocidas como OMZ -mínimas de oxígeno- y vaya que el nuestro está oscureciendo la democracia mexicana y succionado el poco oxígeno con que cuenta.

De allí la importancia de exhortar a los legisladores a que tiendan una red para limitar a quienes -con sus tentáculos- los tienen agarrados de la nuca. De allí el imperativo de apoyar una iniciativa alternativa a la que Televisa elaboró y promueve con legisladores que temen enfrentar el poder del monstruo que han creado. De allí la urgencia de respaldar la nueva ley federal de telecomunicaciones presentada de manera conjunta por el PAN y el PRD que fortalece el interés público, la competencia, la pluralidad, el derecho a la información y la libertad de expresión. Habrá que obligar al pulpo a formar parte del coctel campechano que es la democracia, en lugar de ser un ingrediente impuesto que ya sabe mal.

18 de abril de 2010

13 razones por las que el Papa debe renunciar

Denise Dresser

1) No es posible eludir el tema de la responsabilidad individual del Papa, más allá de su responsabilidad institucional. La primera historia, como ha argumentado Christopher Hitchens en The Great Catholic Cover-Up, es fácil de contar y nadie la ha negado. En 1979, un joven alemán de 11 años fue llevado a las montañas por un sacerdote. Se le administró alcohol y se abusó sexualmente de él. Posteriormente el párroco fue transferido por el entonces arzobispo Ratzinger de Essen a Munich para ser sometido a “terapia”, pero poco después se le permitió regresar al trabajo pastoral, desde donde continuó abusando de niños.

2) Dado el estilo de administración de Ratzinger y su tendencia a involucrarse minuciosamente en las decisiones de sus subalternos, no es creíble pensar que desconociera el paradero y las actividades del pastor abusador. Los documentos del episodio llegaron hasta el escritorio del arzobispo, quien en el mejor de los casos fue negligente y, en el peor de ellos, permitió la perpetuación del abuso sexual.

3) Este caso es tan sólo un ejemplo del patrón de encubrimiento a nivel global en que el Papa participó; un patrón ampliamente conocido y padecido por los padres de niños violados en Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Australia y Alemania, entre los casos documentados. Desde que Ratzinger asumió la dirección de la Congregación para la Doctrina de la Fe, fue responsable de un proceso de obstrucción de la justicia a nivel global. Para Ratzinger, el verdadero crimen nunca ha sido el abuso sexual o la violación de menores, sino la posibilidad de que esos eventos fueran reportados a las autoridades civiles. Según el arzobispo, las acusaciones sólo podían ser atendidas dentro de la jurisdicción exclusiva de la Iglesia. Quien violara la secrecía exigida corría el riesgo de ser excomulgado.

4) Como señala Hitchens, no satisfecho con encubrir actividades criminales de sacerdotes pederastas, Ratzinger elaboró su propio estatuto de prescripción del delito, para limitar su vigencia en número de años, como si fuera posible hacerlo con respecto a un pecado.

5) El caso de Marcial Maciel es especialmente escandaloso, ya que exmiembros prominentes de Los Legionarios de Cristo fueron deliberadamente ignorados por Ratzinger a lo largo de los 90. La posición de Ratzinger siempre fue de protección a Maciel –siguiendo los pasos de Juan Pablo II–, incluso cuando se le pidió que pasara sus últimos años en retiro y no bajo una investigación seguida de sanción, como debió haber ocurrido.

6) Al caso de Maciel se añaden las recientes revelaciones sobre el padre Lawrence Murphy, quien abusó de 200 niños sordos en Wisconsin, hechos de los cuales fue informado Ratzinger en su momento. Los abogados estadunidenses que están demandando a la Iglesia han hecho públicos documentos demostrando que, en un inicio, oficiales del Vaticano propusieron un juicio canónigo secreto, pero lo suspendieron después de que el sacerdote apeló directamente al cardenal Ratzinger y obtuvo su clemencia. El padre murió sin haber sido sancionado.

7) Bajo su tutela, la añeja estructura burocrática del Vaticano simplemente no ha encontrado la manera adecuada de procesar y lidiar con la avalancha de denuncias de abuso sexual. En 2001, como cardenal, Ratzinger tomó control del tema; sin embargo, creó una pequeña oficina de 10 personas que ha revisado tan sólo 3 mil casos en 10 años.

8) El Vaticano no ha logrado adaptar su comportamiento insular ante las exigencias de una cultura global crecientemente democrática y exigente. Basta con recordar la torpe reacción de la jerarquía en sus discursos de las últimas semanas, equiparando la crítica a la Iglesia con el antisemitismo. O escuchar a jerarcas eclesiásticos que se han referido a la ola de escándalo mundial como “chismes baratos”. O leer que en ciertos círculos católicos se habla de la existencia de un “lobby judío” empeñado en desacreditar al Papa. Tiene razón Leon Wieseltier, editor de The New Republic, cuando reclama airadamente al Vaticano con la pregunta: “Por qué querría la Iglesia católica defenderse aludiendo a otras enormidades (como el antisemitismo) en las que estuvo implicada? Y además los judíos padecieron mucho más que las críticas de la prensa”.

9) Resulta sorprendente que hasta la fecha el Papa no haya encarado la crisis de manera frontal, personal y humana, atendiendo de mejor manera a las víctimas. Eso en sí revela una falla en su liderazgo como figura política, religiosa y espiritual. Hace falta más que pedir una disculpa de manera genérica. Se ha vuelto imprescindible investigar, sancionar y reparar el daño. La resistencia del Papa a hacerlo pone en tela de juicio el papel que debería desempeñar como Sumo Pontífice. Sus instintos conservadores y la insistencia en la lealtad institucional, la obediencia y la autoridad absoluta del clero han servido mal a los católicos de todas las latitudes.

10) Las fallas del liderazgo papal se vuelven más obvias en la medida en que el escándalo crece en lugar de disminuir. Cuando la Iglesia católica en Alemania inauguró recientemente una línea telefónica dedicada a las denuncias de abuso sexual por parte de sacerdotes, hubo más de 4 mil llamadas el primer día.

11) No hay otra manera de decirlo: ha quedado expuesto, después de años, un periodo negro en el que la jerarquía de la Iglesia católica respondió ante el abuso sexual sistemático con silencio, complicidad, evasión y negligencia criminal. El Papa carga con una gran dosis de responsabilidad que no puede ser ignorada o negada. A pesar de que ahora el Vaticano comienza a salir de su mentalidad “búnker” y a promover acciones más vigorosas ante la realidad de la pederastia clerical, la crisis de autoridad está allí.

12) Aunque se han dado pasos hacia la rendición de cuentas de los abusadores, no ha ocurrido lo mismo con obispos que los protegieron durante tanto tiempo. El Papa no ha limpiado su propia casa de manera suficiente, ni ha demostrado el remordimiento necesario como para despejar la nube que cuelga sobre su liderazgo papal. En su carta abierta al pueblo irlandés, el Papa no pidió ni especificó acciones disciplinarias contra miembros de la Iglesia que participaron en el encubrimiento de abusos de alcances epidémicos.

13) Finalmente, como pregunta Maureen Dowd, católica y columnista de The New York Times: “¿Cómo mantener la fe cuando nuestros líderes no se la merecen?”.

12 de abril de 2010

Es tiempo de enfrentar el eje Teherán-Caracas

Roger Noriega

A medida que Washington se apura para delinear sanciones efectivas en contra de Irán, parece que se ha olvidado totalmente de la floreciente relación entre Mahmoud Ahmadinejad y Hugo Chávez. Esta alianza estratégica provee al régimen iraní de una fuente clandestina de uranio, le ayuda a evadir restricciones al comercio y el financiamiento y les da a los terroristas de Medio Oriente acceso a las armas del creciente arsenal de Chávez. Entonces, incluso si Occidente logra implementar sanciones efectivas, la sociedad de Teherán con Caracas podría aplastarlas.

Chávez es un enemigo confeso de Estados Unidos que ha apoyado a grupos terroristas y regímenes radicales por más de una década. Pero aunque su respaldo a Irán no debería sorprender a nadie, no es seguro que EE.UU. pueda responder al eje Caracas-Teherán.

El mandatario venezolano dejó entrever sus simpatías en septiembre de 2005 cuando Venezuela fue el único miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA por sus siglas en inglés) en votar en contra de sancionar a Irán por su programa ilegal de enriquecimiento de uranio. Cuatro años después, durante la octava visita de Chávez a Irán, el presidente llamó a ese país un "aliado estratégico". El 11 de septiembre de 2009, en una entrevista con el periódico francés Le Figaro, Chávez agradeció a Irán por ayudar a Venezuela a desarrollar su propio programa nuclear. De hecho, los dos gobiernos formalizaron su colaboración "en el campo de la tecnología nuclear" con una acuerdo firmado en Caracas en noviembre de 2008. Y, en medio de una aplastante crisis fiscal en diciembre último, Chávez ordenó a su ministerio de Economía y Finanzas destinar otros US$50 millones a un programa nuclear secreto, según un documento que me entregó una fuente en Venezuela.

Aunque Chávez ha calificado los informes de explotación de uranio como "mentiras" y parte de un "plan imperialista", la compañía canadiense de exploración de uranio U308 Corp ha registrado una fuente sustancial de uranio en la Cuenca de Roraima, en la frontera entre Guyana y la provincia venezolana de Bolívar.

Iraníes y otras personas de Medio Oriente operan una fábrica de tractores, una planta de cemento y una mina de oro en esta región. Dos de estas instalaciones tienen puertos privados en el Río Orinoco, lo que les permite un acceso sin restricciones al Océano Atlántico. Una de estas operaciones, la fábrica de tractores VenIrán, era el destino de 22 contenedores interceptados por las autoridades aduaneras de Turquía en el puerto de Mersin en diciembre de 2008. Estos contenían un "laboratorio de explosivos" y nitratos y sulfitos que se usan para fabricar explosivos.

Estas operaciones industriales son apenas la punta del iceberg. Empresas conjuntas y otros proyectos que suman un total de al menos US$30.000 millones entre compañías venezolanas e iraníes que actúan como pantallas pueden ser usadas para ocultar transacciones multimillonarias en dólares. Además, Irán ha creado varias instituciones financieras importantes en Venezuela que trabajan a través de los bancos locales para acceder al sistema bancario global.

Debido a que Venezuela apenas puede satisfacer su demanda doméstica por productos petroleros refinados, algunos dudan de que Chávez pueda cumplir la promesa que le hizo al régimen de Ahmadinejad en 2009 de suplirle con 20.000 barriles de gasolina al día para suavizar el impacto de las sanciones que se avecinan. Sin embargo, si los organismos de inteligencia estadounidenses están prestando atención, sabrán lo que Chávez le dijo a su contraparte iraní en Caracas en noviembre: Venezuela ya está comprando combustible en los mercados internacionales con el fin de dárselo a Irán, según un relato secreto de la reunión que una de mis fuentes venezolanas me reveló.

La relación con Irán también ha impulsado el apoyo de Venezuela a los radicales de Medio Oriente. En noviembre, comandos de la marina israelí incautaron el barco de carga alemán Francop —que llevaba 36 contenedores que contenían 500 toneladas de cohetes Katyusha, morteros, granadas y medio millón de municiones para armas de bajo calibre— que se dirigía hacia Siria y cuyo destino final era Hezbolá en Líbano. La carga letal había salido del puerto venezolano de Guanta más o menos cuando el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, visitaba Damasco para entregar un mensaje de Chávez a Bashar al-Assad.

Debido a que EE.UU. está decidido a pasar por alto lo que descarta como provocaciones insignificantes, Washington se ha negado a tomar medidas efectivas en contra del apoyo de Chávez a los terroristas colombianos y su complacencia con el tráfico de drogas. Quizás sus lazos con Irán cambien la situación.

Cualquier programa serio de sanciones de cerrar las brechas abiertas por las sustanciales relaciones bancarias y empresariales entre Irán y Venezuela. El apoyo de Teherán a las ambiciones nucleares de Chávez debe ser escudriñado por la IAEA. Los funcionarios venezolanos, la petrolera estatal (PDVSA) y otras instituciones financieras deben ser investigadas y sancionadas por permitir transacciones financieras ilegales. El respaldo de Chávez a grupos terroristas en el continente americano y más allá debería ser enfrentado como una amenaza a la paz y un acto de agresión bajo el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas.

Noriega fue embajador de EE.UU. ante la OEA entre 2001 y 2003 y subsecretario de Estado de 2003 a 2005. En la actualidad es un académico visitante del American Enterprise Institute y director gerente de la firma Vision Americas LLC.

El desafío chino

Andrés Oppenheimer

Cuando el presidente chino Hu Jintao visite Latinoamérica esta semana, habrá muchos discursos oficiales celebrando el explosivo crecimiento del comercio chino con la región. Sin embargo, hay señales de que este romance comercial se enfriará un poco en los próximos años.

Sin duda, las enormes compras de materias primas latinoamericanas de parte de China han sido un regalo del cielo para la región: el comercio bilateral aumentó desde $10,000 millones en el 2000 a más de $140,000 millones en el 2008, y ayudó a la región a sobrevivir a la crisis económica mundial.

Pero cada vez más economistas proyectan que aunque las relaciones comerciales entre China y Latinoamérica seguirán creciendo, lo harán a un ritmo más lento.

Me llamó especialmente la atención un estudio de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), que se dio a conocer pocas horas antes de la visita del presidente Hu a Brasil, Chile y Venezuela, que se inicia el 14 de abril. Según la CEPAL, el comercio entre China y Latinoamérica, que creció a tasas del 30 por ciento anual en la última década, crecerá a la mitad de ese ritmo --alrededor del 15 por ciento-- entre ahora y el 2020.

Entre los nubarrones que se atisban en el horizonte se cuentan:

• Primero, las exportaciones latinoamericanas a China dependen demasiado de un pequeño número de materias primas. Ya se trate de la soja argentina o brasilera, del cobre de Chile y Perú o del petróleo de Venezuela, muchos países latinoamericanos dependen de un solo producto para la mayor parte de sus exportaciones a China, que en varios casos ya se ha convertido en su primer socio comercial.

¿Qué ocurrirá si una sequía, nuevos competidores extranjeros o unadisputa comercial frenan la exportación de uno de estos productos de la región?. La reciente decisión china de suspender las importaciones del aceite de soja argentino --por un valor de alrededor de $200 millones anuales-- es un recordatorio de la enorme vulnerabilidad de los países latinoamericanos si no diversifican sus exportaciones.

Osvaldo Rosales, el director de comercio internacional de la CEPAL, me dijo que ``nos estamos conectando con el motor de la economía mundial del siglo XXI [China] con exportaciones del siglo XIX. Eso es positivo a corto plazo, pero a mediano plazo crea una dependencia de unos pocos productos básicos con poco valor agregado, que generan menos empleos que las exportaciones de manufacturas o de servicios''.

• En segundo lugar, el reciente acuerdo de libre comercio entre China y los 10 países de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN), que entró en vigor el 1ro. de enero, perjudicará a las exportaciones latinoamericanas. A partir de ahora, naciones de la ASEAN como Vietnam, Filipinas, Malasia e Indonesia pueden exportar frutas, vegetales, hierro y casi todos los productos manufacturados a China sin pagar impuestos aduaneros, lo que les hará más difícil a los países latinoamericanos vender sus productos a China, me explicó Rosales.

8 de abril de 2010

Chile: ¿Es necesario subir los impuestos?

Hernán Büchi

Hernan Büchi fue Ministro de Hacienda de Chile.

Desgraciadamente, en general lo que es intuitivo y aceptable políticamente no es lo correcto. Esto explica la pobreza que aún es mayoritaria en el mundo, ya que ha impedido que las políticas públicas sean las adecuadas para aprovechar los conocimientos y avances tecnológicos levantando a la humanidad de la miseria. La incapacidad para superar esta dificultad es quizás la mayor tragedia que conocemos.

Estas semanas hemos visto un ejemplo en los planteamientos tributarios en relación al terremoto. Es atractivo proponer alza de impuestos, especialmente a un ente abstracto como las empresas. El argumento es simple: hubo una tragedia, que todos paguen. Se olvida que el desastre afectó a todos. Todos tienen que soportar algún costo: Fisco, empresas y personas. Las empresas no gastan con sus recursos, sólo producen, invierten, emplean o disminuyen deudas, lo que hace más accesible a terceros financiarse. Todo ello es lo que necesitamos para superar la pobreza, y hoy en la emergencia con más impuestos tendremos menos. El Fisco, más allá de las dudas sobre la certeza de sus cifras de ahorro en el pasado, tiene recursos y poca deuda. Una emergencia como esta es la oportunidad para usar esa holgura. Si no es ahora, ¿cuándo? Es tarea de los técnicos —hay muchos y buenos en el gobierno— hacerlo en la mejor forma para minimizar otros efectos macroeconómicos.

Se ha insinuado que el problema no es sólo la emergencia del sismo. El déficit estructural legado sería mayor, quizás el 2% del PIB, y ello requiere corrección. Si es así, no es el único legado a corregir. La productividad cayó al 1,6% anual durante el gobierno de Bachelet. Si queremos progresar, es imposible sin mejoras en ella. Quizás la tarea más crítica de este gobierno sea precisamente esa; es imprescindible para relanzar el crecimiento. Más impuestos y dificultades para invertir son el camino equivocado para lograrlo. Aun cuando la situación fiscal no haya sido tan positiva como se decía, existe un amplio espacio para ajustar las cuentas en un plazo que no tiene por qué limitarse al actual período presidencial.

En la discusión han rebrotado argumentos de otra índole. Que los impuestos a las empresas son bajos y que son injustos para las personas. Esos argumentos no son correctos. No debemos compararnos con países desarrollados que crecen poco para lo que necesitamos. Nuestros impuestos no son bajos si los comparamos con las etapas dinámicas de desarrollo que quisiéramos emular. Más aún, la recaudación efectiva del impuesto a las empresas como porcentaje del PIB es más alta en Chile que en muchos otros países, incluso los de tasas altas. Ello es porque probablemente se aplican con menos exenciones y se usan bases distintas. Respecto de las personas, no existe tal inequidad. Son impuestos de naturaleza distinta; Chile tiene un sistema integrado que cuando llega la riqueza a las personas tributa en forma equivalente. Ya vimos que las empresas no gastan, producen. El impuesto a ellas es un anticipo a las personas que en términos de impulso a la inversión y el empleo, fuente última de la eliminación de la pobreza, cabría pensar en bajarlo, no subirlo.

Pero lo más grave de esta polémica está en el plano político. Veinte años de gobierno de la Concertación deterioraron nuestra capacidad de superar la pobreza. El esfuerzo de muchos impidió que el proceso se acelerara más, siguiendo el camino políticamente fácil y acorde con su ideología. Sería un mal presagio que las primeras medidas de un gobierno que debía marcar un cambio en este aspecto se iniciaran por el mismo camino.