19 de enero de 2010

Chile: Nación 31 de la OCDE

Isaac Leobardo Sánchez Juárez

Isaac Leobardo Sánchez Juárez es Doctorando en Ciencias Sociales por El Colegio de la Frontera Norte en México y fue el ganador del concurso “Caminos de la Libertad” 2009 organizado por TV Azteca.

Desde finales del año pasado ya se conocía de la intención que Chile tenía de integrarse a la selecta lista de naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), hoy es una realidad, ésta es la primera nación sudamericana que forma parte de la organización y la segunda de América Latina.

Su incorporación representa un reconocimiento a la importante labor realizada en materia de política económica y social por parte de los diversos actores chilenos. Con la formal participación en la OCDE se da un paso importante para garantizar la prosperidad de sus ciudadanos.

Como lo mencioné en mi participación anterior (Desarrollo y libertad en Chile), la nación andina lleva más de dos décadas aplicando un conjunto de políticas a favor de la democracia y el robustecimiento de su economía. El crecimiento de las libertades políticas y económicas ha permitido mantener una tasa de crecimiento económico que supera el 5,5% promedio anual durante los últimos veinte años.

Los diferentes gobiernos en Chile han aplicado políticas macroeconómicas adecuadas al contexto, promovido un conjunto de reformas estructurales que pone énfasis en el mercado y diseñado programas para reducir la pobreza y la desigualdad.

En el plano político Chile se ha comprometido con la participación ciudadana en las diversas actividades públicas, y a diferencia de la mayoría de naciones latinoamericanas ha dejado atrás su pasado dictatorial y de gobiernos totalitarios. La victoria de Sebastián Piñera como presidente cerrará un ciclo y será un ejemplo del avance obtenido en materia política.

Con su victoria se terminan 20 años de la Concertación de Partidos por la Democracia y estoy seguro que esto ayudará a consolidar su sistema democrático. La tarea para el nuevo presidente no será fácil, existen suficientes problemas internos y externos que resolver.

En lo económico se espera que Sebastián Piñera mantenga un entorno adecuado para los negocios, que continúe fomentando la conexión de Chile con el mundo, que se mantengan políticas fiscales y monetarias prudentes y que el Estado haga un uso eficiente de los recursos públicos y mantenga sanas sus finanzas.

Al ser parte de la OCDE, Chile se compromete a observar los objetivos de la organización, los cuales son: 1) generar políticas para un crecimiento económico sustentable; 2) incrementar el empleo; 3) mejorar los niveles de vida; 4) mantener la estabilidad financiera; 5) asistir a otros países en su desarrollo económico y 6) contribuir al crecimiento del comercio mundial.

De acuerdo con la revisión realizada al acuerdo firmado por Chile ante la OCDE, existen compromisos firmados en las siguientes materias: agricultura, químicos, políticas de consumo, impacto ambiental, mercados financieros, asuntos fiscales, pesca, política en materia de tecnologías de la información, seguros y pensiones privadas, inversión y empresas multinacionales, transporte marítimo, política científico-tecnológica y turismo.

Pertenecer a la OCDE significa que Chile podrá participar de la experiencia de otros países para mejorar el bienestar de sus ciudadanos. Identificar buenas prácticas y coordinar las políticas nacionales con las internacionales para sacar provecho de la globalización.

La membrecía de Chile a la OCDE no implica de facto el salto al desarrollo, significa que se tendrán a disposición mayores elementos para lograrlo y que se implementarán políticas económicas adecuadas.

Chile en cifras:

Primero: la población era de 16,10 millones de personas en 2004, se estima una población de 17,30 millones en 2010 y 17,90 en 2013.

Segundo: el PIB per cápita era de 5.939 dólares en 2004, se pronostica un valor de 10.379 en 2010 y 13.599 en 2013.

Tercero: la tasas de crecimiento del PIB real para los años que van del 2004 al 2013 son: 6,0; 5,6; 4,6; 4,7; 3,2; -1,1 (2009); 1,5; 3,2; 3.5; 3.6.

Cuarto: las tasas de desempleo como porcentaje de la fuerza de trabajo para los años que van del 2004 al 2013 son: 7,8; 6,9; 6,0; 7,2; 7,5; 9,8 (2009); 7,0; 6,8; 6,6; 6,6.

Quinto: las variaciones en el índice de precios al consumidor para los años que van del 2004 al 2013 son: 1,1; 3,1; 3,4; 4,4; 8,7; 3,2 (2009); 2,1; 3,0; 2,9; 2,9.

Sexto: el balance presupuestario como proporción del PIB para 2004 era de 2,1, -3,3 en 2009 y se pronostica que será de 3,7 en 2013.

Séptimo: las reservas internacionales eran de 15.990 millones de dólares en 2004, se pronostica que fueron de 25.300 millones en 2009 y de 22.400 millones en 2013.

Octavo: el saldo de la balanza comercial para 2004 fue de 9.590 millones de dólares, los pronósticos para 2009 son de 9.000 millones y de 6.000 millones en el 2013 (Fuente: Business Monitor International).

Chile ante la crisis…

En 2009, al igual que todas las naciones del mundo, Chile se enfrentó a la crisis financiera internacional que se inició en EE.UU. Pero las medidas tomadas con anterioridad, que se reflejan en las cifras presentadas arriba, permitieron superar favorablemente las condiciones adversas. La aplicación de políticas contracíclicas permitió superar las crisis y sentar las bases para el retorno del crecimiento en 2010.

La política fiscal se utilizó para contrarrestar la crisis, lo que ocasionó un desbalance presupuestario, a lo que se sumó la caída en los ingresos tributarios consecuencia de la crisis y la reducción del precio del cobre. Para 2010 se espera que el equilibrio en las finanzas públicas se restablezca.

Las medidas implementadas incluyeron subsidios a los programas de empleo y de inversión pública y apoyo crediticio para las pequeñas y medianas empresas por una cantidad aproximada de 4.000 millones de dólares o 2,8% del PIB (Fuente: CEPAL, Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, 2009).

La política monetaria se abocó a controlar la inflación. Desde los primeros días del mes de enero del 2009 el Banco Central aplicó una serie de reducciones de la tasa de política monetaria con el afán de recuperar la liquidez y fomentar la demanda. Dichas medidas fueron abandonadas progresivamente una vez que las autoridades observaron la poca respuesta de los mercados y en el ánimo de cumplir la meta de inflación.

No está de más decir que el ingreso de Chile a la OCDE garantizará la aplicación de un conjunto de políticas económicas de mercado orientadas a favorecer el crecimiento, el empleo y mejorar la distribución del ingreso. Esto junto al favorable panorama político pone las bases para que ésta nación del sur del continente supere la trampa del subdesarrollo.

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