15 de agosto de 2006

Desarrollo de los sistemas económico y político

Benito Solís Mendoza

La actual estabilidad económica de que goza el país sigue confirmando que la toma de decisiones correctas le han proporcionado una gran fortaleza, lo que ha permitido sortear las actuales presiones políticas. Por ejemplo, el dato del crecimiento de la producción industrial del 6.9 por ciento anual en junio, dado a conocer ayer, permite afirmar que este año será uno de los más dinámicos del actual sexenio.

La principal razón de ello es que las decisiones de producir o de consumir tienen una mínima relación con el ambiente político, como sucedía anteriormente y se toman más en función de las relaciones de precios, esto es, como resultado de la oferta y de la demanda, o sea, de los costos de producción y de las preferencias de los consumidores. Aunque todavía falta mucho por avanzar para perfeccionar el sistema de precios, es obvio el avance realizado en este aspecto.

Por otro lado, la percepción que se tiene es que las actuales presiones políticas se han vuelto más una simple lucha por el poder que un cambio en el modelo económico que sigue el país, por lo que es mínimo su impacto en la economía.

Entre las correctas decisiones económicas tomadas están el desarrollo de las instituciones de los pasados años lo cual se ha logrado con el apoyo de la sociedad mexicana. Sólo hace 20 años la población apoyaba "principios y creencias" que hoy en día se perciben como erróneas y absurdas, las cuales eran aceptadas frecuentemente incluso por empresarios y académicos. Entre éstas estaban las afirmaciones de que "sólo el gasto público puede crear crecimiento y riqueza", o "la inflación es necesaria e inevitable para lograr el desarrollo económico", "las devaluaciones son producidas por los especuladores y los malos mexicanos, pero el gobierno tiene la capacidad de evitarlas", o las peores, "los déficit público y el externo son siempre buenos para el país".

Las anteriores afirmaciones no tienen sustento en la realidad y la mayoría de la población no está dispuesta a apoyarlas en la actualidad, porque ha aprendido que tienen un elevado costo en términos de su bienestar. El partido político que base su política económica en mayores desequilibrios fiscales o en un creciente endeudamiento no tiene el apoyo de la sociedad. Todos los partidos ofrecen actualmente en sus propuestas la estabilidad fiscal, apoyan la autonomía del banco central y nadie pide la anulación total del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Aunque todavía faltan avances como el hecho de que la sociedad en su conjunto reconozca la importancia de algunas variables como la inversión privada como generadora de empleos, indudablemente se ha logrado un gran avance en el reconocimiento de ciertos conceptos que logran un mayor bienestar de la población.

Pero para que la sociedad haya llegado a este mínimo consenso han tenido que pasar varios años, diversas crisis económicas y una importante pérdida en términos de bienestar de la población. La inflación y las devaluaciones que el país ha sufrido en estas dos décadas han significado una pérdida importante para numerosas familias y empresas.

Sin embargo, en el aspecto político no se ha logrado el mismo avance. Un número importante de ciudadanos todavía no valora la importancia de tener instituciones fuertes que defiendan al individuo de decisiones arbitrarias del gobierno o que logren hacer respetar las leyes que la sociedad se ha dado a sí misma, lo cual evita que los ciudadanos tengamos que recurrir a la violencia para que nos respeten. Adicionalmente, son pocos los que están conscientes de la necesidad de respetar y hacer respetar las leyes en una sociedad en donde no existe una dictadura, lo cual propicia libertinaje y costos para los distintos grupos minoritarios.

Hoy en día es generalmente aceptado que los nombramientos de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México deben ser escalonados y se permite su reelección, con ciertas condiciones, para evitar que lleguen nuevos funcionarios de manera simultánea a aprender en el puesto. Un pequeño error del banco central puede significar enormes costos para la población.

Sin embargo, todo el Consejo General del IFE, que es una institución fundamental para que opere el sistema democrático del país, fue removido recientemente con lo que se perdió una muy valiosa experiencia de los funcionarios anteriores y en la actualidad ya se comienza a hablar de cambiarlos de nuevo para que numerosos legisladores y funcionarios que están a punto de terminar sus responsabilidades puedan "tener chamba", con lo que se volvería a perder su experiencia. Tener funcionarios recién nombrados en esta institución y sin experiencia puede representar enormes costos para el país, como se ha visto, y la sociedad no está consciente de ello. Es especialmente preocupante que casi todos los magistrados del TEPJF serán cambiados en los próximos meses con lo que se volverá a cometer un grave error, lo cual puede acarrear grandes y graves consecuencias para el país, al perder su gran experiencia.

Tal parece que el país tiene que pasar por un periodo de crisis políticas con costos para la población antes de lograr un consenso mínimo de lo que se necesita para fortalecer a las instituciones y lo que se debe hacer y lo que no para evitar incurrir en costos elevados.

Consultor privado

3 comentarios:

Nadie dijo...

JAJAJA!

Erick Rove dijo...

ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR PRESIDENTE DE MEXICO

2006-2012

Anónimo dijo...

ay si, pinche buey te pasas...ni tu te la crees, juar juar