13 de agosto de 2008

Los verdaderos peligros

Javier Corral Jurado

Presenté hace un par de semanas el libro que Manuel Espino Barrientos, exjefe nacional del PAN, ha publicado en editorial Planeta bajo el título “Señal de Alerta: advertencia de una regresión autoritaria”. El Universal había conseguido con anticipación el texto y adelantó algunos pasajes que causaron cierto furor en el partido y en el gobierno, lo que generó que el autor y la editorial apresuraran su lanzamiento al mercado. Se inició una especie de satanización del texto, aún sin conocerse cabalmente su contenido.

Ideológicamente no comparto muchas de las ideas y las posiciones de Manuel Espino. A él la gente, y no solo yo, lo ubican a la derecha del PAN y a mí a la izquierda. O mejor dicho conservador a él y a mí liberal. Pero me gustó la idea de expresar en un ejercicio crítico y en un marco de civilidad y no de zalamería - como supone serlo la presentación de un libro -, nuestras coincidencias y diferencias sobre el momento que vive el PAN y el País.

Espino ha colocado centralmente en la mira de su libro al Senador Manlio Fabio Beltrones, de quien conoció sus métodos y manejos cuando éste era Gobernador de Sonora, y él, jefe estatal del PAN en ese Estado. Con esa experiencia de haber enfrentado al que el autor presenta como “heredero de la peor tradición político-policiaca que aún entre los autoritarios del pasado se considera dura”, es absolutamente comprensible que cuestione e impugne el papel de definidor de la agenda legislativa, que el gobierno del Presidente Calderón le ha conferido. Que se le permita actuar como la última palabra en las reformas estructurales del país, ya sea para posponer la reforma de medios, o bien para que ahora la reforma energética que se discuta sea la iniciativa Beltrones, con la cual entre otras cosas quiere ni más ni menos que nombrar a todo el directorio de Petróleos Mexicanos.

Dice Manuel que ese sí, Beltrones, sería un peligro para México, y es donde centra su advertencia de regresión autoritaria, por el encumbramiento que se le otorga desde el gobierno a un político que no milita en el interés público, sino en estrictos cálculos de beneficio personal y de grupo. Coincido con Espino en que el reforzamiento del poder de Manlio, o de personajes como la Profesora Elba Esther o Romero Deschamps, no prestigian al gobierno de Calderón.

Sin embargo creo absolutamente, que las mayores amenazas de regresión autoritaria está en el reforzamiento que actualmente se da a los poderes fácticos, en el sometimiento a las televisoras, en la connivencia con los monopolios, en el riesgo de que el PAN caiga en el pragmatismo y el electorerismo que tanto criticaron los fundadores, de que reproduzca el modelo de subordinación priísta al Presidente en turno; que no le importe hacer alianzas hasta con el diablo por ganar una elección.

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