24 de marzo de 2008

Coches en la ciudad, ¿fin de una era?

Se trata de la bestia negra de todos los políticos europeos. En otra época, simbolizaba la libertad y la independencia. Actualmente, se encuentra en el punto de mira de cualquier responsable político que se haga respetar, especialmente en las grandes ciudades.


En septiembre de 2005, Londres se convirtió en la primera gran ciudad que instaló un peaje en las calles denominado "London congestion charge". Todo vehículo que quisiese acceder al centro de la ciudad entre las 7 y 18 horas de lunes a viernes debía pagar 8 libras (unos 10,70€).

Política antivehículos en toda Europa


Ken Livingstone, alcalde de la capital británica e instigador de la caza a las cuatro ruedas, no tiene pensado parar aquí. Próximamente aplicará una tasa de 200 libras (268€) a los camiones más pesados y más contaminantes. Además, los camiones de más de 12 toneladas que no respeten las normas europeas en medioambiente deberán pagar una tasa de 1.000 libras (1.340€). Y dicha política antivehículos es emulada en toda Europa.

En Alemania tanto en Berlín como el Colonia y Hanovre, alrededor de Stuttgart y próximamente en 20 ciudades más allá del Rhin, tienen intención de limitar el tráfico urbano gracias a un sistema de etiquetas adhesivas verdes, amarillas y rojas según el grado de emisión de CO2 del vehículo.
A principios de año y bajo el impulso de la alcaldesa de Milán, Letizia Moratti, se ha implantado el sistema ECOPASS. Dicho sistema otorga el derecho a los conductores de vehículos menos contaminantes a acceder a la capital lombarda a determinadas horas (de lunes a viernes de las 7:00 a las 19:30). Todo ello se efectúa bajo el control de patrullas de policías de tráfico y cámaras de vigilancia.

¿Qué pasa con París?


En víspera de las elecciones municipales en Francia, los candidatos a alcalde de París revelan sus objetivos. El presente equipo de gobierno local liderado por Bertand Delanoë (Partido socialista), además de la intensificación del servicio de transporte público, reveló uno de sus proyectos estrella: el autolib o autoservicio de pequeños vehículos movidos por electricidad.

Françoise de Panafieu (UMP) apoya el proyecto Métrophérique de la RATP. Con el fin de facilitar la circulación de París a los diferentes distritos, se está estudiando la posibilidad de unir todos los enlaces de metro bajo tierra por un sistema de vías de conexión. La candidata por el partido de la derecha también ha declarado estar de acuerdo con la implantación de autopistas dentro del centro metropolitano de París pero manifestó su deseo de realizar previamente una consulta popular en la aglomeración parisina acerca de la posibilidad de un instalar peaje urbano.

Del lado de los Verdes se escuchan los discursos más radicales. Denis Baupin, cabeza de lista y actual adjunto al alcalde de París y encargado del transporte y la circulación, se compromete a establecer peaje en los distritos y autopistas de acceso a la ciudad financiando con el dinero recaudado el sistema de transporte público.
Una cosa es segura: los coches se han vuelto políticamente incorrectos.


-Johara BOUKABOUS

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