La conferencia episcopal italiana ha firmado un acuerdo con la asociación de la banca italiana para crear un fondo de 30 millones de euros dirigido a las familias en dificultades económicas. Ese dinero se recaudará en las parroquias de todo el territorio nacional, según afirmó monseñor Mario Crociata al final de la conferencia de los obispos, el 31 de marzo.
Para poder acceder a estos créditos bancarios, que se distribuirán a razón de 500 euros mensuales, habrá que dirigirse directamente al cura de tu parroquia. Como requisito, se debe ser una familia regularmente casada y tener hijos o enfermos a su cargo. Para Monseñor Crociata, supone una ayuda para salir de la crisis económica. Aún así, hay que señalar que es mucho más elevada que las ayudas que el gobierno Berlusconi ha dado a los pobres. El gobierno creó una carta social a finales de 2008 un sistema de ayuda social que asegura entre 450 y 500 euros al años, unos 40 euros al mes, al que por el momento solo han tenido acceso 400.000 personas.
Con esta operación, el Estado recurre de nuevo a la Iglesia católica para intervenir ahí donde este no puede -o no quiere- llegar. Volvemos siglos atrás, a un sistema en el que el cuidado de los pobres y el sistema social eran competencias de la Iglesia, ya que el Estado no podía encargarse. El asistencialismo católico, además de reemplazar al Estado, crea un sistema de dependencia y proselitismo no solo innecesario, sino indeseable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario