De los 137 diputados panistas que votaron la Ley de Ingresos de 2010, 137 lo hicieron a favor, es decir, 100%. En esta lista aparece el diputado José César Nava Vázquez. Para que quede claro, el líder nacional del PAN, que también es legislador, votó a favor de una legislación que la oposición priista rasuró. No se incluyó el cambio de fondo más importante que proponía el Presidente: un impuesto generalizado de 2% al consumo nombrado como Contribución para el Combate a la Pobreza.
¿Y qué dijo Nava unas horas después de votar a favor?
1. Que la propuesta del Ejecutivo federal enviada a la Cámara de Diputados era superior.
2. Que ante la negativa, cerrazón y rechazo del PRI a la propuesta del Presidente se tuvo que recurrir a la alternativa de incrementar en un punto porcentual el IVA.
3. Que es criticable que los recursos que arrojará la contribución de 16% del IVA no estarán destinados específicamente al combate a la pobreza, mientras que la propuesta del Presidente sí etiquetaba esos recursos para los programas sociales.
Entonces, señor Nava, ¿por qué votó a favor de la alternativa de incrementar el IVA que, por cierto, puso sobre la mesa de negociación el Ejecutivo que controla su partido? ¿Por qué no votó en contra de una propuesta que considera inferior? ¿Por qué no les sugiere a los senadores del PAN que así lo hagan? ¿Por qué no le recomienda al presidente Felipe Calderón que amenace con vetar una ley que tanto le disgusta?
Increíble: los panistas cocinan y ofrecen una salchicha legislativa de mal sabor e inmediatamente salen de la cocina a quejarse con el cliente y echarle la culpa al otro cocinero del restaurante.
No es la primera vez que sucede. Pasó con la reforma electoral y luego con la de Pemex. Cuando un gobernador se quejó de que sólo se construiría una refinería, el Presidente le informó que así lo obligaba la reforma aprobada “en lugar de tres o cuatro al mismo tiempo”. Calderón recordó que él había propuesto abrir esta industria al capital privado, pero “desgraciadamente esa propuesta que presenté sólo fue apoyada por unos partidos políticos, Nueva Alianza, Partido Verde y el PAN, y fue rechazada por el PRI, el PRD, el PT y Convergencia y no reunió los votos necesarios”. Lo que no informó es que su partido sí aprobó la reforma rasurada y que él estampó su firma, la promulgó y hasta la festejó en Los Pinos.
Otro ejemplo. Cuando un periódico informó de la dificultad de extraer el petróleo en Chicontepec, Germán Martínez, entonces dirigente nacional del PAN, dijo: “Si se hubiera aprobado íntegra la reforma que presentó el presidente Calderón y no se hubiera rasurado esa reforma para modernizar a Pemex, se hubiera podido sacar de ahí, de Chicontepec, ese petróleo”. Pero si ellos votaron a favor de la reforma afeitada.
Ahora le tocó el turno a César Nava. Sin rubor, responsabilizó al PRI por aprobar una Ley de Ingresos “insuficiente e incompleta”. Perdón, pero el dirigente del PAN, junto con todos los diputados de su partido, votaron a favor de ella. ¿Acaso ya se les olvidó? ¿Pretenden que no haya consecuencias por haber claudicado a cambio de una salchicha de mal sabor? ¿Tan rápido se arrepintieron de una ley que no resolverá el problema de fondo? Sería una excelente noticia ya que Nava y su partido todavía pueden pararla en el Senado de la República.
¿Tan rápido se arrepintió el PAN de la Ley de Ingresos que no resolverá el problema de fondo?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario