13 de octubre de 2009

No reclamo que no me den dinero, sino que me censuren

Enrique Gómez Orozco / Irma Carolina Valadez Calderón


Hace unos días, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación en la que condena el boicot publicitario que el gobierno de Guanajuato implementó contra dos diarios, debido a la postura editorial de éstos; etcétera conversó con el director de uno de ellos, A.M., Enrique Gómez Orozco.


¿Cómo comienza este asunto? ¿Hubo una amenaza previa? ¿Cómo fue?
Un día, el secretario de Gobierno (de Guanajuato, Gerardo Mosqueda Martínez) nos insulta a mí y al director del periódico Correo. Entonces nos quejamos ante Derechos Humanos (del estado). Se le hizo la recomendación de que diera una disculpa pública y no la cumple el gobernador (Juan Manuel) Oliva. Después publicamos una nota de las andanzas del gobierno de El Yunque, entonces ellos (el gobierno estatal) cortan la publicidad al día siguiente. De un día para otro.

¿Cuál fue la ofensa?
Pues a mí, de pendejo no me bajaban. Además, me acusaron de delitos que no he cometido, de extorsionador, y una serie de barbaridades.

Bajo qué contexto fue eso, ¿dónde estaba?
Él (secretario de Gobierno de Guanajuato) estaba frente a 18 delegados federales. Fue público.

¿Fue esto una sesión, una reunión?
Sí, en una reunión oficial del secretario de Gobierno. Él nos vituperó a mí y a Arnoldo Cuéllar, director del periódico Correo. Pero el periódico el Correo vive del gobierno, 85% de su publicidad es del gobierno, entonces él se amansó.

¿Cuál era el porcentaje que Al Día y a.m. recibían por concepto de publicidad gubernamental?
El 3%, o el 2 y medio, una cosa así.

¿Cada uno o se refiere a los dos?
En general, el 2 y medio porciento.

Entonces me decía que a raíz de este incidente se le hace una recomendación al gobernador Oliva, pero no la cumple, ¿qué piensa usted en ese momento?
Pues que no le interesa cumplirla. A él lo que no le interesa es cumplir la ley, ni recomendaciones, estamos bajo una secta religiosa de fanáticos.

¿Qué fue eso que publicó a.m. respecto a El Yunque y que causó esta reacción?
Un suplemento especial sobre cómo el gobierno está en manos de El Yunque.

¿Se mencionaba ahí al gobernador?
Sí, sí, por supuesto.

Y, a partir de la publicación, ¿hubo alguna llamada previa, alguna advertencia o simplemente se cortó de tajo la publicidad?
No sólo eso, sino que el gobernador, rompiendo la ley, presionó a todos los municipios para que no nos dieran publicidad.

Entonces fue escalonado el asunto.
Sí, fue escalonado, primero el gobierno del estado y todas sus áreas, y después presionaron a todos los municipios, a León, a Irapuato, a Guanajuato, a Celaya, a que no nos dieran un peso de publicidad.

¿Cómo se entera de esto? ¿También porque dejó de llegar la publicidad?
No. Los alcaldes me decían que si nos daban publicidad, el gobierno estatal no les iba a dar dinero (risas).

¿Cuántos de estos municipios acataron la orden?
Todos los que están en manos del PAN.

¿Hubo algún otro tipo de agresión?
No, no. Bueno, trajeron a dos periódicos más aquí a que nos compitieran (risas). Están llenando de publicidad a todos los demás periódicos, periódicos que no circulan.

¿Cuáles son esos periódicos que llegaron a partir del incidente?
Milenio y el Sol de León. Estos son los periódicos que están recibiendo toda la publicidad y no circulan nada. Y el Correo, el otro periódico al que también insultaron, se agachó porque el 85% de su publicidad que reciben es del gobierno. O callar o morir.

¿En qué se basa para decir que esos diarios no circulan?
En todo: tiraje bajo, mala distribución, y en que la gente no lo compra.

¿Usted pidió hablar con alguna persona del gobierno?
Un buen amigo me invitó a tener una reunión conciliatoria. Y tuve una reunión presuntamente conciliatoria con el gobernador y el secretario de Gobierno, pero salí echando lumbre.

¿Qué le comentaron?
Son fanáticos, son gente infumable. Ellos no dijeron nada, se hicieron mensos. Yo no les pedí nada, jamás he pedido nada y ni le pediré nada a nadie.

¿Cuánto tiempo duró ese encuentro?
Fue una comida, primero con uno, y luego otra con el otro. Pero no, no entienden de política, son fanáticos religiosos.

¿Cuándo fue eso?
En 2007.

¿Ellos lo solicitaron o todo fue por medio de su amigo?
La gestión la hizo mi amigo, pero sí fue algo muy desagradable. En mi vida me vuelvo a juntar con ellos, no tengo por qué reunirme con esa gentuza (risas).

¿No le dijeron nada en esas reuniones, no hubo ningún reclamo, ninguna explicación?
Nada, para mí (el gobernador) es un tipo muy desagradable. La verdad es que no se puede hablar. Yo les ofrecí mi entendimiento.Yo no soy enemigo de nadie. Hay una frase muy bella en Guanajuato, cuando uno llega al Palacio de Gobierno, allí hay una frase que dijo el exgobernador José Aguilar y Maya, y decía “el gobernador de Guanajuato, puede tener muchos enemigos, pero no puede ser enemigo de nadie”. Es una frase muy bella, y yo la tomo para el periódico, “el periódico puede tener muchos enemigos, pero el periódico no puede ser enemigo de nadie”.

Ellos no lo entendieron así.
No, ellos no. Hay un profundo sentimiento religioso. Entonces, pues se tira mucho a la guerra religiosa, coartar libertades, si yo quiero ser juarista y masón y ateo pues es mi voluntad y nadie me la puede coartar.

¿Lo que me está diciendo es que el gobernador quiere imponer sus creencias?
Ah, claro, quiere imponer su ideología.

No sólo es un asunto con la prensa.
No, con todo el mundo, pues mandan un libro de biología que parece manual de moral. El gobernador andaba en peregrinaciones, publicamos eso, y pues es una locura.

¿Entonces ellos no le dieron ninguna respuesta?
No, pero se puede decir que nos querían fregar y que pensaron que nos iban a doblar, como doblaron al Correo. Pensaron, “les quitamos la publicidad y se van a venir luego, luego suavecitos”. Pero, yo por ningún motivo, después de que me insultaron, bajo ningún motivo, bajo ninguna circunstancia. Prefiero vender coches usados que pedirle algo al gobierno.

¿Cómo toma esta decisión de la Comisión Nacional de Derechos Humanos?
Muy bien porque le da en el punto, es una limitación a la libertad. Hay una cosa muy importante: si a todos los periódicos nos quitaran la publicidad yo sería feliz. Pero que a todos nos la quitaran parejo. “Se prohíbe que el gobierno se anuncie en los periódicos”, híjole en ese momento se acaba mi competencia, de un plomazo se acaban cuatro (periódicos), nos quedamos sólos aquí en el periódico, porque somos los únicos que vivimos de la publicidad comercial.

¿Cree que esa podría ser una salida para evitar la asignación discrecional de los recursos?
A mí me encantaría que se prohibiera toda la publicidad gubernamental en los periódicos, en la televisión, en todas partes. Que la publicidad sean sus obras. Por ejemplo, los avisos de convocatorias para licitaciones los meten en las publicaciones que circulan la cuarta parte que nosotros. Van contra la ley, porque la ley dice que tiene que ser la publicación de mayor circulación del estado, y nosotros somos el periódico de más circulación del estado, somos los que más empleados tenemos, los que más impuestos pagamos, somos el periódico más grande, no hay duda de eso.

¿A cuántas personas llegan a.m. y Al día?
Entre los dos periódicos, tenemos una circulación de 50 mil ejemplares diarios. Y todos vendidos. Somos el periódico más importante del centro del país, y no es petulante, es un hecho. Y entonces ellos no quieren que nosotros publiquemos, quieren que nos ciñamos a su criterio, están locos, ¿no? Y la sorpresa que tuvieron ellos es que no nos doblamos.

Pareciera que se están dando a conocer más éste tipo de casos.
Claro. Ahí están Contralínea y Proceso, que es la revista más importante del país y no les dan publicidad, eso está mal, ¿por qué sí le dan a Vértigo, que imprime tres mil ejemplares? Está mal.

¿Qué opinión le merece que no exista ninguna ley para regular esta situación?
Yo no soy legislador, no sé que es lo que los legisladores piensan. Pero sí mañana le quitaran la publicidad a todos los periódicos, pues nos quedamos sin competencia.

Pero, ¿cree qué debería haber una ley que lo regule?
No sé en otros países cómo sea, no conozco. Yo entiendo que ya se ha avanzado mucho; por ejemplo, ya se quitó la figura del gobernante, ya no puede salir su cara, y esa es una ventaja. Antes todo el tiempo salían (en los medios de comunicación), parecían cupones. O lo que hacen en el gobierno, que son muy pillos, es que compran información, le dicen a un periódico “te voy a dar publicidad pero me sacas todos los días en portada”, y pues eso es un truco.

O castigan a través de la publicidad.
Y la prensa se vende, hay mucha prensa muy vendida.

Es una responsabilidad mutua.
Así es. Yo no reclamo que no me den dinero, reclamo que me censuren porque es un modo de censura. No, nos hacen ni más ricos, ni más pobres.

A partir de que ustedes presentaron una queja ante la Procuraduría de Derechos Humanos de Guanajuato, en 2007, ¿han vuelto a recibir publicidad del gobierno estatal?
No. Mandan un anuncito cada venida de obispo, como para taparle el ojo al macho. Hemos pedido por transparencia cuánto gastan en publicidad gubernamental y no nos lo dan.

¿Cuántas veces ha solicitado esta información?
Lo solicitamos una vez, y nos dijeron que no, que es información reservada.

¿Entonces no hay manera de transparentar este asunto?
Nada, nada, son más obscuros que la noche.

¿Qué espera de la recomendación de la CNDH? El gobierno de Oliva tiene 15 días para responder.
Tenemos demandado al gobierno; lo demandamos por el Contencioso-Administrativo.

Y esa demanda, ¿cómo va?
Pues todavía no llegamos a la primera instancia, el caso va a tardar varios años, pero ahí va. Yo presenté la demanda hace cuatro meses. Pero déjeme platicarle una cosa muy interesante: demandé por daño moral al señor Gerardo Mosqueda (secretario de Gobierno de Guanajuato). En Guanajuato no existe en el código el daño moral, pero un juez federal me dio la razón y le gané el caso a Mosqueda. Entonces me va a tener que pagar el daño moral por los insultos.

¿Cuánto va a recibir por eso?
Yo pedí 600 mil pesos, él dice que no, que el no quiere pagar nada. Entonces hay que ver que dice el juez, pero ya le gané, la sentencia es definitiva. Se tiene que llevar un juicio incidental, donde otro juez determine que cantidad me va a pagar, puede ser un peso o pueden ser 600 mil. El hecho es que ya le gané, va a tener que pagar por el daño moral que me hizo.

¿Cree que Juan Manuel Oliva rechace la recomendación que le hace la CNDH?
Ojalá no la rechace, ya sería el colmo, sobre todo porque es un aval moral.

A partir de esta recomendación, ¿cree que verdaderamente cambien las cosas?
Debe servir. Si este cuate (el gobernador) no escucha ni una recomendación de derechos humanos, entonces pues los derechos humanos le vienen guangos, ¿no?

¿Cuál sería su mensaje para la prensa?
En la prensa no debemos de dejarnos, ni vendernos, ninguna de las dos cosas. Debemos vivir de la publicidad y no del gobierno. Quien da el pan manda, y si el gobierno da el pan, a la prensa pues la va a mandar. Nosotros hemos tratado que nunca lo gubernamental sea importante en nuestros ingresos. Que también se nos hace una injusticia que estemos pague y pague impuestos para que se los den a nuestros competidores, es terrible eso. Pero tenemos algo más valioso que todos: la libertad. La gloriosa libertad de que hacemos lo que se nos plazca.

Al periódico, ¿esta situación no lo mermó en nada?
Bueno, sí, nos costó como siete millones (de pesos) por año.

Pero lograron subsistir.
Sí, apretamos las tuercas y ya. La libertad de conciencia no tiene precio, imagínese que nos pusieran a rezar estos mochos, pues no.


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