15 de enero de 2007

Las relaciones India-México en un amplio contexto

Rajiv Bhatia

Rajiv Bhatia es embajador de India en México, y miembro del Servicio Exterior de su país.

EL CONTEXTO

Las relaciones que unen a dos países se iluminan una vez que son vistas contra el telón de fondo del amplio desarrollo histórico y regional.

Localizados en partes opuestas del globo, India y México están separados no sólo por la geografía, sino también por una sensible asimetría que corresponde al tamaño del crecimiento demográfico, económico, lingüístico, experiencia colonial y desarrollo constitucional. Aun así, se mantienen unidos por semejanzas culturales, percepciones compartidas e intereses comunes. Un análisis crítico de sus relaciones bilaterales en el contexto contemporáneo podría ser un indicador de la dinámica cambiante de sus regiones.

El telón de fondo inmediato para este ensayo es la victoria de Felipe Calderón como el próximo presidente de México. Se conoce su intención de dar prioridad a las relaciones de México con Asia, en particular China e India. La acertada visita del primer ministro Manmohan Singh a Brasil y Cuba en septiembre de 2006 subrayó el interés creciente de India en la región de América Latina y el Caribe (ALC). Previamente, el doctor Singh manifestó que los continentes de África y América Latina "son ahora las nuevas áreas de interés para nuestra diplomacia".

INDIA HOY

Con el propósito de entender la realidad de la India contemporánea, quizás deban subrayarse cinco puntos básicos.

En primer lugar, la unidad en la diversidad sigue siendo el sello de India. El Nobel mexicano Octavio Paz escribió en Vislumbres de la India: "pluralidad de castas y de lenguas, dioses y ritos, costumbres e ideas, ríos y desiertos, llanuras y montañas, ciudades y pueblecillos, la vida rural y la industrial a distancia de siglos en el tiempo y juntas en el espacio". Revelando su entendimiento profundo del país, acentuó: "sin embargo, esa diversidad recubre una profunda unidad". La unidad que experimentan los indios no es sólo la unidad política, sino una profunda unidad cultural y espiritual, sobre la cual Jawaharlal Nehru, el primer jefe de gobierno, escribió tan elocuentemente en El descubrimiento de la India.

El laicismo es otro rasgo importante en una sociedad que es profundamente espiritual. Esto implica, por un lado, libertad religiosa e igualdad de todos los ciudadanos y, por el otro, la neutralidad del Estado en la esfera religiosa. Mientras hoy los académicos no se cansan de hablar del "choque de civilizaciones", India está orgullosa de su récord de armonía comunitaria.

En tercer lugar, la democracia, con sus raíces profundas en la historia y la psique, continúa floreciendo. Como demostró el Nobel Amartya Sen en The Argumentative Indian, la democracia en India tiene una deuda de gratitud con la tradición histórica del pluralismo, el debate público y la libertad de expresión. Los pilares de la democracia -- un parlamento vigoroso, un Poder Judicial independiente, medios de comunicación libres y una sociedad civil vibrante -- se siguen fortaleciendo. El cambio de un solo partido dominante a la forma de gobierno de coalición es un logro notable, lo cual tiene importancia global.

En cuarto lugar, la obtención de poder económico del país es una historia familiar al mundo entero. Hoy, India está entre las 10 primeras economías mundiales en términos de dólar y, según expertos, es probable que hacia 2030 ocupe el número 3. En términos de paridad de poder de compra, es el número 4. En los próximos 15 años India será "una economía industrial de ingresos medios", capaz de atender a sus más de 1000 millones de personas.

La tasa de crecimiento de la economía (8% en los tres años pasados) ha sido ampliamente aclamada. La reciente observación del primer ministro de que "el anhelo" de India es aumentar la tasa de crecimiento a 9-10% en los próximos cinco años, adopta significado en este aspecto.

Muchos factores explican la impresionante transformación agrícola, industrial y tecnológica de India. Los cimientos para su progreso multifacético se establecieron después de la Independencia. La Revolución Verde convirtió a un importador de alimentos en un exportador. El éxito de las reformas económicas desde 1991, el cambio del perfil demográfico, el vibrante sector industrial, la revolución de la tecnología de la información, las demandas de los consumidores pertenecientes a una sólida clase media de unos 300 millones de personas y dar rienda suelta a los instintos empresariales de la gente, han sido los motivos principales detrás del resurgimiento de la economía india.

Por último, cabe mencionar nuestra dinámica política exterior, guiada por una visión global. India se ha adaptado notablemente bien a los desafíos básicos de los últimos 15 años, a saber, el final de la Guerra Fría, el proceso de aceleración de la globalización y el surgimiento de desafíos transnacionales. Al enfrentarse a ellos, India ha mantenido una notable continuidad en los principios fundamentales de su política. El país ha asegurado la autonomía en su toma de decisiones, marcada por la libertad de pensamiento y acción.

Las relaciones exteriores de India son notables para el mesurado activismo en Asia en particular y en el mundo en desarrollo en general. Ha procurado construir sus vínculos tradicionales con África y cultivar lazos más fuertes con países latinoamericanos, en especial a través de su programa "Foco: América Latina".

INDIA Y AMÉRICA LATINA

La región de ALC es la zona más distante de India. No sólo la geografía, sino la asombrosa carencia de contactos a lo largo de la mayor parte de la historia más temprana profundizaron el sentido de separación.

Sin embargo, durante las cinco primeras décadas de independencia, India procuró establecer y promover relaciones amistosas con países de la región. Este periodo atestiguó el incremento de relaciones en dos frentes principales. En el nivel multilateral, se mantuvo el diálogo y la cooperación en cuestiones sobre la no alineación, la lucha conjunta contra el neocolonialismo, el desarrollo, el desarme nuclear y el medio ambiente. En el nivel bilateral, se aseguraron las relaciones políticas cordiales, fortalecidas por intercambios culturales.

A partir de mediados de la década de 1990, sin embargo, nuevos factores entraron en juego. En primer lugar, la globalización ayudó a romper las barreras mentales y geográficas. En segundo, la tecnología redujo la distancia. Tercero, cuando la economía india se colocó en la vía rápida del crecimiento, sus empresas salieron a la búsqueda de nuevos mercados y socios. En cuarto lugar, su activa política exterior creó nuevos vínculos de cooperación y construyó la imagen del país no sólo como un poder asiático, sino como un actor clave en la política internacional. En quinto lugar, el conocimiento sobre el ascenso de China e India aumentó drásticamente. Con la conciencia sobre los logros de India como una democracia madura y laica, y una economía liberal en rápida evolución, el país llegó a ser visto como un socio benigno.

Los informes anuales del Ministerio de Asuntos Exteriores de India reflejan la creciente actividad y diversidad que caracterizan sus relaciones con la región. El informe para 2005-2006 afirma que el compromiso de India "ha seguido fortaleciéndose", reforzando mecanismos para el diálogo político, la interacción cultural y la ampliación de los negocios.

Durante 1991-2006, hubo cuatro visitas de India y 10 visitas de la región de ALC. Además, India estableció el diálogo institucional y la cooperación con el Mercosur, la Comunidad Andina, el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y la Comunidad del Caribe (Caricom). En marzo de 2006 firmó un acuerdo comercial preferente con Chile. La sociedad trilateral que implica a India, Brasil y Sudáfrica, llamada IBSA, que funciona desde 2003, culminó en la reunión cumbre de Brasil en septiembre de 2006. Un papel global de los países del g-5 en los márgenes de la cumbre del g-8 ha resultado de la colaboración entre India, Brasil y México: los dos países latinoamericanos y otros.

La dimensión económica es un pilar principal de las relaciones India-ALC. En 2005, el comercio entre ambos lados se valoró en 6200 millones de dólares. Cuatro países -- Argentina, Brasil, Chile y México -- representaron 88% de ello. Las exportaciones de India fueron valoradas en 3200 millones de dólares y las importaciones latinoamericanas en 3000 millones.

Las compañías indias se mueven ahora rápidamente para ampliar vínculos de tecnología e inversión. Para muchos países, India sigue siendo un socio confiable de cooperación de desarrollo. El gobierno de India ofreció un alto número de becas de capacitación (350 en 2005) con el programa Cooperación Técnica y Económica (ITEC, por sus siglas en inglés).

La defensa es una nueva área donde se exploran las oportunidades de cooperación. En ese respecto, se ha logrado un éxito notable en países como Brasil y Chile. La cooperación educativa y cultural sigue siendo un elemento importante de la relación.

Es significativa la presencia de la gente de origen indio y emigrantes indios en partes de América Latina. Las más de un millón de personas de origen indio viven en Guyana, Jamaica, Surinam y Trinidad y Tobago. En otras partes, el número de emigrados es pequeño, pero desempeñan un papel importante como hombres de negocios, académicos y gerentes.

RELACIONES CON MÉXICO

India y México disfrutan de una afinidad natural, basada en semejanzas geográficas, de civilización e históricas. Es discutible si estas semejanzas se desarrollaron por sí solas o si, en algún punto en la historia distante, las influencias culturales viajaron del subcontinente indio a México. La doctora Eva Alexandra Uchmani, editora de India-Mexico: Similarities and Encounters throughout History, es partidaria de que el encuentro entre la Nueva España o México e India y el Sureste Asiático comenzó sólo en el periodo colonial y se intensificó en el siglo XX.

POLÍTICA

Históricamente, las relaciones entre India y México han estado marcadas por la calidez y la amistad. No ha habido ningún conflicto directo de intereses. México fue el primer país en América Latina que estableció relaciones diplomáticas con India.

India y México tienen, asimismo, una larga tradición de cooperación en foros internacionales. Han trabajado estrechamente en numerosos temas como la cooperación y el desarrollo, el diálogo Norte-Sur, el medio ambiente, los derechos humanos y el desarme. La cooperación continuó en la ONU, la OMC, en los foros de los G-5, G-8, G-15, G-20 y en otras partes.

Un aspecto importante de las relaciones políticas fue el intercambio continuo de visitas de alto nivel. Lamentablemente, en los últimos 20 años no se ha dado ninguna visita en los niveles de primer ministro o presidente, déficit inconcebible que debe rectificarse pronto. Sin embargo, es alentador que los gobernantes de India y México hayan interactuado en los márgenes de las reuniones del g-8 en 2005 y 2006.

Entre tanto, los intercambios parlamentarios y ministeriales contribuyeron a reforzar las relaciones bilaterales. Dos visitas de secretarios mexicanos en 2002 y la visita del secretario de Relaciones Exteriores Luis Ernesto Derbez en 2004 alentaron una mayor extensión de la cooperación.

María de Lourdes Aranda Bezaury, subsecretaria de Relaciones Exteriores, visitó India en octubre de 2005 para copresidir la reunión de la Comisión Binacional, que se llevó a cabo después de un vacío de nueve años. Profundamente convencida, comunicó un mensaje claro del gobierno mexicano: "México está firmemente comprometido con una relación más estrecha que nunca con India". Fue una visita muy acertada, en la que ambos gobiernos reafirmaron su compromiso "para mejorar las relaciones bilaterales y ampliar áreas de cooperación mediante acciones en los campos político, económico, cultural, educativo, científico y tecnológico". Sus beneficios se consolidaron en una sesión de Consultas de la Secretaría de Relaciones Exteriores en la ciudad de México en marzo de 2006.

El diálogo bilateral en asuntos políticos ha estado marcado por el acuerdo amplio, aunque se reconocieron las divergencias en algunos temas: la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU y la política nuclear. En otras cuestiones importantes, como la seguridad energética, la educación, las enfermedades infecciosas, la movilización de recursos financieros para el desarrollo y las negociaciones en la Agenda del Desarrollo de Doha, los dos países desarrollaron un enfoque común, trabajando como miembros del G-5.

OTRAS ÁREAS

La dimensión económica de la relación India-México supone hoy una importancia especial. El valor del comercio bilateral creció de 348 millones de dólares en 2000 a casi 1500 millones en 2005, un aumento de más de 400% en cinco años. Del comercio total, dos terceras partes corresponden a las exportaciones de India y un tercio a las exportaciones de México. El vínculo comercial se ha fortalecido por la creciente inversión india en México; se estima que su valor es actualmente de 1600 millones de dólares. Las compañías mexicanas también están interesadas en invertir en India.

En interacciones recientes, se ha transmitido un ímpetu especial para ampliar la cooperación en ciencia, tecnología, pequeña industria, energía, turismo y defensa. Las relaciones culturales han estado marcadas por un cambio que enriquece mutuamente campos de autores, artistas, académicos y periodistas.

Entre octubre de 2005 y septiembre de 2006, se firmaron ocho acuerdos bilaterales, que cubren áreas diversas como comercio, cultura, cuestiones de visado, educación, ciencia y tecnología. Otra media docena de proyectos están por finalizarse. Se intercambiaron nueve visitas en el nivel ministerial/viceministerial. El año pasado puede valorarse como el periodo más productivo en la historia de las relaciones bilaterales.

CONCLUSIÓN

Las consideraciones económicas, políticas y estratégicas, así como la tecnología se combinan para impulsar un mayor acercamiento entre Asia y América Latina. Haruhiko Kuroda, presidente del Banco Asiático de Desarrollo, sostuvo que había "potencial" para ampliar el comercio y los vínculos de inversión para el beneficio mutuo de ambas regiones. Como parte de esta notable tendencia, el activismo diplomático de India, apoyado por el dinamismo sin precedentes de India Inc., ha recibido una respuesta equiparable en la región de ALC. Esta convergencia explica el gran salto en la construcción de las relaciones políticas y económicas.

Está claro que las perspectivas para una sólida relación India-México son hoy más optimistas. Se espera que la administración de Calderón tome la iniciativa. India responderá con una mezcla de vigor y creatividad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Está claro que para entender una relacion tan estrecha y tan marcada como lo muestra el texto en cuestion, se necesita un arduo y exhausto estudio de dos paises que son totalmente diferentes, en cultura, demografia, economia, politica, etc ... pero que en estos tiempos de crisis economica mundial se hace necesaria, ya que, la relacion bilarteral Mexico-India se acentua, para asi, coadyuvar en el desarrollo de ambas regiones.