20 de abril de 2008

El estancamiento tecnológico

ANDRÉS OPPENHEIMER

El principal problema de América Latina no es el presidente narcisista-leninista venezolano Hugo Chávez ni los líderes populistas que siguen sus pasos, sino el estancamiento de la región en tecnología de la información y del crecimiento en el área de la economía del conocimiento

Efectivamente, un nuevo ranking del Foro Económico Mundial muestra que México, Brasil, Argentina y muchos otros países latinoamericanos están perdiendo terreno a nivel mundial frente a las naciones de Medio Oriente, Asia y Europa del Este en materia de conectividad de internet.

¿Por qué es inquietante esta noticia? Los autores del ranking, titulado Índice Global de Tecnología de la Información, me señalaron que la conectividad es, cada vez más, la clave para lograr crecimiento a largo plazo.

Así como en el pasado los países necesitaban carreteras y puentes para exportar sus productos, en la actualidad también necesitan una buena infraestructura de internet para ser más competitivos en la economía global.

“La tecnología de la información se ha convertido en la tecnología base para todas las demás industrias”, me aseguró en una entrevista telefónica la coautora del informe, Irene Mía.

El ranking, que abarca 127 países, no sólo mide el nivel de acceso a internet en cada País, sino también el marco regulatorio, la burocracia estatal y el clima de negocios que les permiten ser, o no ser, tecnológicamente competitivos.

La lista ubica a Dinamarca, Suecia, Suiza, Estados Unidos y Singapur, en ese orden, a la cabeza de los países más “conectados” del mundo.

Dinamarca y Suecia ya encabezaban la lista en 2007, mientras que Suiza y Estados Unidos han ascendido varios lugares durante el último año.

La mayoría de los países latinoamericanos, por el contrario, han perdido terreno en este año:

• Chile, el País de la región que aparece más alto en la lista, cayó en el último año del puesto 31 al puesto 34.

• México descendió del lugar 49 al 58.

• Argentina tuvo una de las mayores caídas de la región, del puesto 63 al 77.

• Colombia cayó de la posición 64 a la 69.

• Perú descendió del puesto 78 al 84.

• Venezuela bajó del lugar 83 al 86.

¿Cómo se explica el descenso de América Latina en este ranking?

Los autores del estudio me señalaron que la caída de la región no se debe a que sus países hayan dejado de invertir en infraestructura de internet, educación o innovación, sino a que otros, en diferentes regiones, lo están haciendo a mayor velocidad.

O sea, los países latinoamericanos están avanzando, pero no tan rápido como los demás.

Corea del Sur, por ejemplo, está en el puesto número 9 a nivel mundial en este ranking, y Estonia (20), Eslovenia (30), Qatar (32) y Lituania (33) son todos países que se ubican por encima de Chile y los demás países latinoamericanos.

Soumitra Dutta, coautor del informe, me comentó que los países latinoamericanos pagarán un alto costo si no modernizan su área de tecnología de la información, en especial en lo que se refiere a la burocracia gubernamental y las trabas a las inversiones que impiden que el sector crezca a más velocidad.

“Hace cinco años, cuando visitaba Brasil o México y hablaba del éxito de las empresas de tecnología de la información de la India, me respondían: “Muy interesante, pero irrelevante”, afirma Dutta.

“Hoy, las empresas de tecnología de la información de la India ya les están robando negocios a las empresas locales en América Latina”, abundó.

La empresa india Tata Consulting, por ejemplo, acaba de ganar importantes licitaciones estatales en la Ciudad de México, Brasil y Chile.

Las compañías latinoamericanas corren el riesgo de seguir perdiendo negocios en sus países y el resto del mundo si no se modernizan, afirmó Dutta.

Mi opinión: el estancamiento tecnológico latinoamericano reflejado en el ranking se debe en parte a la bonanza de las exportaciones de materias primas de la región, que ha hecho que muchos países se duerman sobre sus laureles.

En muchas capitales de la zona existe la creencia de que los actuales precios récord del petróleo, la soya y otras materias primas durarán para siempre.

No será así. Y aunque así fuese, las materias primas no salvarán a América Latina.

No es casual que Singapur, Corea del Sur, Taiwan, Israel, Luxemburgo, y muchos otros países que ocupan los primeros puestos del ranking no tengan materias primas y, sin embargo, gocen de un bienestar mucho mayor al de países latinoamericanos ricos en recursos naturales.

La verdadera amenaza para el futuro de Latinoamérica, mucho más que Chávez y sus seguidores en Ecuador, Bolivia y Nicaragua, es la falta de inversión en educación, ciencia y tecnología.

Vivimos en la era de la economía del conocimiento, en que los productos de alta tecnología son los que más se cotizan, aunque muchos países de la región aún no se hayan dado cuenta.

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